Todo lo que una persona puede imaginar,
otros pueden hacerlo realidad.
Julio Verne
-No sé por qué tengo que mirar debajo de la cama cuando tengo tanto miedo -me dijo mi hijo con el susurro y la seriedad de quien revela un secreto. Sin saber si era una pregunta o sólo un comenta-
rio, lo miré con el dolor de cabeza y la pesadez que me da el vino al mediodía y pregunté:
-¿Qué viste?
Él, tapándose la boca como los futbolistas, repitió:
-Al monstruo, papi, al monstruo.
-¿Por qué no me lo contaste en el momento? – pregunté, fingiendo creerle.
-Y… porque de noche me da miedo hablar de esos temas.
Muy buen cuento. Cuantas cosas se pueden decir en pocas líneas! Seguiré leyendo los demás cuentos. Las imágenes representan muy bien los cuentos. Abrazo