A veces pienso que la vida gatea, y a veces, que el tiempo pasa sin que yo pase por él.
Hay días que me siento supersticioso, y días con una seguridad que da miedo.
Tengo momentos que no sé qué camino tomar, tengo otros que disimulo saberlo.
Pienso lo respetable que es vivir con lógica, pienso lo mucho que abarca el absurdo.
Cuando la vida sacude, cuando nuestra condición se presenta, veo a mis hijos.
Busco que mis enojos apaguen mis miedos, sólo encuentro miedos nuevos que enojan.
Noto cómo persiste la tristeza debajo de cada gesto, creo que a la vida le gusta eso.
Supongo que habrá un sentido digo en voz alta, sospecho que no, y me aturdo sin decirlo.
Pasé por situaciones que daba vergüenza decir, sueño despierto decir a cada instante.
Cuando el pánico ataca, cuando la angustia se pega, veo a mis hijos, solo veo a mis hijos.