Pesa en los hombros esta melancolía.
Pesa sin perdonar un solo día.
Pasea conmigo, tiñe todo lo que pienso y digo.
Quietud, mirada lenta,
tener ganas de nada,
es lo único que me sustenta.
Cielo íntimo de hormigón,
mojando de vez en cuando sin saber del sol.
Sonreír sin mirar,
lágrimas invisibles que pesan más,
Sin arremangarme el alma,
sólo esperar, el alivio de poder soñar.