El abismo atrae

Iba pateando una botella de gaseosa. La etiqueta a medio desprender resistía y prometía ser refrescante. Lleno de odio sin

El peligro de las metáforas

Su bigote amarillo, alquitranado, me llevaba toda la atención. No podía entender lo que me decía; solo miraba esa especie

El niño

Tendré la indiferenciade los ruidosque nadie hace en las noches —¿Lu y Ju son los nombres de las señoritas nuevas?

El pibe del verdulero

De madrugada sentado frente al televisor, Julio mira un canal marginal, esotérico y monótono. Los cigarrillos al alcance de la

Prefiero

Prefiero tu escote a la desnudez. Andar a la seguridad. La intemperie a la pantalla. Perder con amigos a sonreír

Ella tiene razón

La corté de abajo y me fui. A los pocos días volví y la muerte lenta, sin pausas, amarilla, iba

Emilio

Una voz de mujer gritó: “¡Ya está la comida!”, y un malón de chicos pasaó delante de mí. No lo

Queda

Divorciado del amor propio, solo veo lo mucho que puede doler lo poco: un espejo infiel,  un tatuaje debajo de

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