El colectivo
El golpe en el codo le provocó una mezcla de calambre con un algo eléctrico muy doloroso, y le interrumpió […]
El golpe en el codo le provocó una mezcla de calambre con un algo eléctrico muy doloroso, y le interrumpió […]
Cuando la profesora de literatura ya no encontraba amenazas ni palabras que me hicieran callar, se paró, me miró con
-¿Qué decir del viento? -pregunta Lucio. -Bueno… que junto al poco gas de mi encendedor hace más pesado el simple
Otra vez, la muerte a mis pies Otra vez, ensayo lo peor Otra vez, ansiedad y temblor Otra vez, lo
Sentía un placer desmedido con sólo quedarse bajo el agua ca- liente y tardar más que el tiempo que siempre
No siempre que hay que dormir, duermo. No siempre que debo guardar silencio, me callo. No siempre que debo mantenerme
Entre el alcohol y el apuro, tropezaba con las palabras al hablar. Ya su hibrido acento cortazariano se perdía en
Fierros retorcidos y oxidados, cadáveres de autos que alguna vez alguien tal vez cuidó; la desolación de este cementerio automotor
Lo vi llegar, sintiendo lo que hice sentir. Pagando una deuda que intenté olvidar. Son palabras como balas. Son clavos