Palabras cansadas
Ladra lánguido, a desgano como un mandato. No como antes, con esa furia, esa violencia y esa salud que ya […]
Ladra lánguido, a desgano como un mandato. No como antes, con esa furia, esa violencia y esa salud que ya […]
Que se desboquen nuestras bocas. Que no se esquiven nuestras miradas. Que nuestro cielo o infierno es la persona amada.
Mi teléfono obedece esa manera tuya de no llamar. Si tan solo pudiéramos no estar tan solos, y dejar de
Camino en estos días donde nada me levanta el ánimo. En que todo no llega ni al aburrimiento. Momentos en
Odiaba bailar en el Colón. Odiaba el salto majestuoso. Odiaba que la gente lo aplaudiera a rabiar. Pero sabía bien
Me espiás la conciencia y me llevás remolque las ganas. Entonces te sigo simulando velocidad, con mis dolores por testigos.
Que rompa la estatua su quietud y se largue a correr. Que se detenga el movimiento del mar; que al