A Malena
Que tu risa nunca tenga reparos.
Que tu alegría nunca deje de interrumpir la mediocridad.
Que a la tristeza le de pena tocar tu cara.
Que me sigas haciendo reír, más cuando no debo.
Tu mirada es la razón de mi suerte.
Tus años, la medida de mi tiempo.
Tus lágrimas, un descuido de Dios.
Tu mirada encuentra mi alma, no quiero pensar el adiós.