No

No perder la elegancia,

ni al levantarnos de la lona.

No vivir a la sombra de nadie, 

aunque nos queme el indiferente sol.

No esperar que nos alumbren el camino,

haremos huellas a puros choques.

Enfrentar viejos fantasmas,

para que sepan con qué coraje 

llevamos la cobardía.

Ver a la cara a nuestros sueños incumplidos,

y que nos duela sin consuelo, 

sin olvido.

Caminemos fuerte por nuestras ruinas,

pisemos blindados lo que de nosotros

se diga. 

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